El cierre está sobre la mesa. Es una de las opciones que baraja Celestica para su planta de componentes electrónicos de La Pobla de Vallbona, aunque todavía no hay nada decidido.
Tras perder a uno de sus principales clientes en los últimos años, los actuales 580 trabajadores podrían verse en la calle. La decisión de BP Solar de abandonar el negocio de las placas solares podría suponer el golpe final para la fábrica, que ya se veía amenazada por la crisis de sectores claves para su trabajo, como la automoción y la aeronaútica.
La dirección de la planta ha comunicado al comité de empresa que están estudiando varias opciones de futuro, aunque todo apunta a que puede ser el fin de la factoría como centro de producción y que, en el mejor de los casos, se podría convertir en un almacén logístico.
El próximo jueves, 23 de julio, representantes de los trabajadores y la empresa tratarán de encontrar un final feliz, a lo que se promete como sólo final. En los últimos meses ya ha habido importantes recortes de plantilla.
Celestica tiene su sede central en Canadá, aunque tiene plantas en todo el mundo. El cierre de la planta tendría un componente simbólico para la economía española, y en especial para la valenciana. Celestica ocupa el lugar que en su día creó IBM.