Peñíscola, un destino con mucho encanto
Publicado por Fernanda Mazza el .
Peñíscola, curiosamente aún conserva las huellas de su pasado más remoto. La diminuta península amurallada se adentra en el mar. Su monumento más célebre; el castillo del Papa Luna, vigila desde lo alto el blanco caserío de la ciudadela, colmado de estrechas, empinadas calles, de trazado serpenteante y fragmentado, que van girando lentamente en la subida hasta la fortaleza de góticos sillares.
A sus pies se extiende la famosa playa Norte detrás de la cual se adivina la fértil llanura y al sur, las primeras estribaciones de la Sierra de Irta, escenario donde abundan los vírgenes parajes naturales, irrumpiendo la línea horizontal de los municipios antecesores y dando paso a quebradas y hermosas calas.
Es posible que hayas escuchado de Peñíscola por su famoso Castillo, morada del Papa Luna, pero la ciudad invita a descubrir cientos de lugares e historias que difícilmente olvidarás. Ejemplos son el Parque Natural de la Sierra de Irta y el Museo del Mar, donde podrás acercarte un poco más al arte milenario de la pesca.
Otros de los lugares más emblemáticos son: el Castillo Templario-Pontificio, el Museo del Mar, la Iglesia de Santa María de Peñíscola, el Ermitorio de la Mare de Déu d’Ermitana, el Bufador, etc.
Aún en plena temporada, encontramos acogedores hoteles en Peñíscola por precios asequibles y cerca de las ubicaciones clave de la ciudad.
Foto vía:flickr
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