Lío en el VCF: capítulo 7.265
Publicado por Ruben Alejandro Cohen el .
La mentalidad de Juan Soler, hasta hoy -en teoría- máximo accionista del Valencia CF, sólo entiende de dualidades. Te quiero, te odio. O conmigo, o contra mi. Ahora vengo, ahora me voy. Estoy, pero no estoy. Su última hazaña consiste certificar publicamente que Juan Villalonga pierde el tiempo tratando de comprar su paquete accionarial, ya que lo ha puesto en manos de Vicente Soriano, y éste será el que lo pague -en cuatro años- para convertirse en nuevo máximo accionista de la entidad valencianista.
Vilallonga y Soriano son dos de los ejemplos de esa dualidad que arratra el pensamiento de Juan Soler. Al primero, gestor con control total sobre el club hace apenas quince días, lo abandona en un rincón después de haberle desacreditado ante todo el que ha querido escucharle. Al segundo, puesto durante muchos meses en su lista negra, le abre ahora las puertas de su casa como a un amigo del que uno se distancia y al que el tiempo acaba por acercarle nuevamente.
Vicente Soriano sabe que esa dualidad es peligrosa, y que estar vinculado a la imagen de Juan Soler, parecer su delfín en la línea sucesoria, no le hace ningún bien. Es por ello que una de las primeras decisiones que ha tomado cuando se ha hecho con el poder ha sido la de buscar una salida a Jesús Wollstein. «El de la capucha», que se hizo famoso por anunciar con nocturnidad -y probablemente también con premeditación y alevosía- la destitución de Quique Sánchez Flores, ha fianlizado su ciclo en el VCF después de haber pasado por múltiples cargos de responsabilidad. Por cierto, entre los cambios está la llegada de Damià Vidagany como nuevo Director de Comunicación del club. Que tenga suerte, porque trabajo no le va a faltar…
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